Ofensiva militar. La CIA lanzará misiles contra Yemen; temen que Al Qaeda aproveche el vacío de poder en el país. Van contra Obama por autorizar bombardeo a Libia sin consultar al Congreso
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense comenzará en las próximas semanas un plan de ataques con misiles contra los líderes de la red Al Qaeda en Yemen para tratar de evitar que estos se hagan con el control de un país.
Una semana después de que The New York Times publicara un informe en el que denunciaba los ataques encubiertos del gobierno del presidente Barack Obama, la CIA reconoció los planes de realizar una nueva ofensiva en Yemen. El país, que es uno de los que vive la llamada primavera árabe que reclama un cambio en la región, está sumido en el vacío de poder y Al Qaeda podría aprovecharse de esto, según Washington.
El anuncio de los ataques se dio el mismo día en que legisladores presentaron una demanda contra Obama por no pedir autorización al Parlamento para dar inicio a la ofensiva, que hoy continúa la OTAN, y que pretende sacar del poder al lider Libio Muamar Gadafi.
En Yemen. La rebelión provocó recientemente la salida del país del presidente, Ali Abdulá Saleh, con destino a Arabia Saudita para buscar tratamiento médico tras ser atacado su palacio presidencial. La CIA ya participaba en los ataques en Yemen, iniciados en diciembre de 2009 por el Pentágono, pero su papel era de asesoramiento a los militares, según sostiene Estados Unidos.
A partir de ahora la CIA asumirá el mando de los ataques con aviones no tripulados Predator, junto con el Comando de Operaciones Especiales del Departamento de Defensa, que se centra en misiones contrainsurgentes.
Washington ha decidido colocar a la CIA al mando de esta operación porque el vacío de poder en Yemen puede suponer un grave riesgo para su seguridad. Yemen es uno de los mayores refugios de Al Qaeda en el mundo islámico y desde allí se han planeado ataques como el que cometió en 2009 Nidal Hassan en la base de Fort Hood, en el que mató a 13 soldados.
La Casa Blanca sospecha que aquel país alberga a Anwar al Alwaki, un clérigo radical nacido en Estados Unidos que aboga por una yihad mundial. La CIA tiene permiso expreso del Poder Ejecutivo para matarle, algo no muy común con ciudadanos que poseen nacionalidad norteamericana.
Obama nombrará a fines de verano al general David Petraeus director de la CIA, por lo que asumirá el mando de esas misiones secretas en Yemen. Petraeus es un experto en contrainsurgencia, responsable del diseño de las escaladas militares en Irak y Afganistán.
Hasta la fecha, los ataques contra Al Qaeda en Yemen se habían efectuado con el consentimiento del gobierno local. A partir de ahora, y dado el caos en que se halla sumido el país, la CIA los asumirá con mayor independencia. La agencia, además, dispone de aviones no tripulados que pueden utilizar cabezas militares más pequeñas que las del Pentágono, por lo que puede reducir el número de víctimas civiles.
Washington tiene un programa de ataques no tripulados contra insurgentes en Pakistán, donde también cuenta con la cooperación silenciosa del gobierno de Islamabad. Allí han muerto más de 1.400 terroristas, aunque los ataques no han estado exentos de víctimas civiles, por lo que el programa secreto es muy impopular.
Ambos programas son posibles gracias a una orden ejecutiva (decreto) firmada por el expresidente George W. Bush tras los atentados del 11-S en 2001. Aunque la CIA ha declinado comentar los detalles del programa de ataques en Yemen, altos funcionarios de la Casa Blanca han revelado que su inicio está previsto para el mes de julio.
Legisladores estadounidenses presentaron ayer una demanda contra el presidente Obama ante un tribunal federal de Washington, por realizar en forma "ilegal" operaciones militares en Libia sin aprobación del Congreso.
Los demandantes -una decena de legisladores de los dos partidos mayoritarios encabezados por el demócrata Dennis Kucinich y su par republicano Walter Jones- le reprochan al presidente haber involucrado "unilateralmente" a las fuerzas estadounidenses contra el régimen de Gadafi "sin declaración de guerra del Congreso". Esto constituye, según ellos, una violación de la Constitución estadounidense.
Kucinich, además, pidió el martes al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, que "examinen" el impacto del "uso expandido" de bombardeos con aviones no tripulados de la OTAN sobre Libia.
La Casa Blanca reaccionó ayer desafiante ante los reclamos. "Creo que estamos actuando de manera consistente con los poderes de guerra" que establece la Constitución, dijo el vocero, Jay Carney.
"Nosotros vamos a seguir adelante con la misión, y dejaremos el análisis legal a los abogados", advirtió.
Fuente: El País
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