Por quinta vez, el Congreso norteamericano no logró acordar de qué manera evitar la cesación de pagos. Los demócratas intentan sumar un impuesto a los que más tienen, mientras que los republicanos prefieren realizar recortes al gasto público. La fecha límite es el 2 de agosto. Mientras las empresas calificadoras de riesgo anunciaron que le podrían bajar la nota a Estados Unidos, la Reserva Federal no encuentra una salida al default si no se logra un pacto fiscal.
Obama y los demócratas prefieren recaudar fondos con un impuesto a la riqueza, mientras que los republicanos exigen recortes en el gasto público - AFP
El presidente Barack Obama anunció a los líderes del Congreso que "llegó el momento de tomar decisiones" para resolver el problema de la deuda, tras cerrar sin acuerdo una nueva ronda de diálogos marcada por avisos sobre las consecuencias de la falta de resultados.
"Llegó el momento de tomar decisiones: Necesitamos proyectos concretos para hacer avances", señaló Obama, según un dirigente demócrata cercano a las conversaciones entre el mandatario y los legisladores.
Los responsables demócratas y republicanos se reunieron con Obama por quinta ocasión consecutiva en la Casa Blanca sin anunciar resultados.
Según el responsable demócrata, el presidente manifestó el deseo de que los líderes del Congreso consulten con sus partidos para buscar soluciones "dentro de 24 a 36 horas". "Si no hay noticias de ellos con un plan de acción, podría convocarse una nueva reunión durante el fin de semana", agregó.
¿IMPUESTOS A LOS RICOS O RECORTES SOCIALES?
Obama no ha renunciado a obtener "el acuerdo de mayor trascendencia posible" para conseguir un aumento del techo de la deuda antes del 2 de agosto, cuando Estados Unidos podría caer en la moratoria de sus pagos.
El presidente y los demócratas quieren aumentar los impuestos a los contribuyentes más ricos, medida inadmisible para sus rivales, partidarios de recortar gastos sociales para obtener recursos.
El presidente de la Reserva Federal (Fed) exhortó a los congresistas estadounidenses a no "dispararse un balazo en el pie", ignorando las advertencias de las agencias calificadoras de deuda. "Es extremadamente importante mantener la confianza del mundo", declaró Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, ante el Comité bancario del Senado en Washington.
Por su lado, la agencia calificadora Standard & Poor's (S&P) advirtió en un comunicado que considera "bajar la nota de Estados Unidos en tres meses", a raíz de la parálisis de las negociaciones para evitar una eventual moratoria.
Estados Unidos tiene actualmente la nota "triple A", es decir que su deuda es la que actualmente presenta mejores garantías de reembolso. La agencia Moody's formuló la misma advertencia días atrás, a causa de la "creciente probabilidad de que el límite legal de la deuda no sea elevado a tiempo".
"En mi opinión, perder esta nota sería como dispararse un balazo en un pie", declaró el jefe del banco central a los congresistas durante la presentación del informe semestral de política monetaria de la Fed.
En momentos en que la recuperación de la economía estadounidense continúa a un ritmo muy lento y que el desempleo se mantiene en un nivel elevado, la pérdida de la "triple A" provocaría en Estados Unidos "un alza de las tasas de interés, incertidumbre" y "seguramente" un incremento del desempleo, advirtió.
¿HACIA EL DEFAULT?
Fijado por el Congreso en 14,29 billones de dólares, el límite superior de la deuda fue alcanzado a mediados de mayo. El Tesoro recurre -desde entonces- a distintos recursos para mantener el Estado en funcionamiento sin incrementar el endeudamiento del país, pero advirtió que éstos se agotarán el 2 de agosto y que se encontrará entonces rápidamente en cesación de pagos, como consecuencia de no poder obtener nuevos fondos.
Según Bernanke, se debe adoptar medidas urgentes y exhortó al Congreso "a tomar todas las disposiciones posibles para evitar una cesación de pagos de la deuda o simplemente abstenerse de contribuir a la probabilidad de una moratoria".
Previo a la reunión, Obama pidió a los republicanos no jugar con el tema de la deuda federal y aseguró que los estadounidenses van a perder la paciencia si las negociaciones con el Congreso se eternizan, en una entrevista con una televisión local.
Previamente, Bernanke había advertido que una cesación de pagos de Estados Unidos provocaría una crisis planetaria "mayor".
En tanto, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, advirtió -igualmente- durante la jornada a los legisladores que no otorgaría un plazo adicional para tomar una decisión.
"Examinamos todas las opciones posibles y en ningún caso podemos otorgar más tiempo al Congreso para resolver este problema", afirmó Geithner durante una breve declaración a la prensa tras una reunión con senadores demócratas. "No tenemos mucho más tiempo. Hay que actuar", insistió.
China llamó a Washington a "tomar medidas" para defender los intereses de los inversores mediante una "política responsable". Pekín poseía en abril bonos del Tesoro por 1,15 billones de dólares, según los últimos datos comunicados en junio por Washington.
El incumplimiento de los gobiernos en el pago de sus deudas provoca recesiones paralizantes, aseguraron dos economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un estudio.
"Llegó el momento de tomar decisiones: Necesitamos proyectos concretos para hacer avances", señaló Obama, según un dirigente demócrata cercano a las conversaciones entre el mandatario y los legisladores.
Los responsables demócratas y republicanos se reunieron con Obama por quinta ocasión consecutiva en la Casa Blanca sin anunciar resultados.
Según el responsable demócrata, el presidente manifestó el deseo de que los líderes del Congreso consulten con sus partidos para buscar soluciones "dentro de 24 a 36 horas". "Si no hay noticias de ellos con un plan de acción, podría convocarse una nueva reunión durante el fin de semana", agregó.
¿IMPUESTOS A LOS RICOS O RECORTES SOCIALES?
Obama no ha renunciado a obtener "el acuerdo de mayor trascendencia posible" para conseguir un aumento del techo de la deuda antes del 2 de agosto, cuando Estados Unidos podría caer en la moratoria de sus pagos.
El presidente y los demócratas quieren aumentar los impuestos a los contribuyentes más ricos, medida inadmisible para sus rivales, partidarios de recortar gastos sociales para obtener recursos.
El presidente de la Reserva Federal (Fed) exhortó a los congresistas estadounidenses a no "dispararse un balazo en el pie", ignorando las advertencias de las agencias calificadoras de deuda. "Es extremadamente importante mantener la confianza del mundo", declaró Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, ante el Comité bancario del Senado en Washington.
Por su lado, la agencia calificadora Standard & Poor's (S&P) advirtió en un comunicado que considera "bajar la nota de Estados Unidos en tres meses", a raíz de la parálisis de las negociaciones para evitar una eventual moratoria.
Estados Unidos tiene actualmente la nota "triple A", es decir que su deuda es la que actualmente presenta mejores garantías de reembolso. La agencia Moody's formuló la misma advertencia días atrás, a causa de la "creciente probabilidad de que el límite legal de la deuda no sea elevado a tiempo".
"En mi opinión, perder esta nota sería como dispararse un balazo en un pie", declaró el jefe del banco central a los congresistas durante la presentación del informe semestral de política monetaria de la Fed.
En momentos en que la recuperación de la economía estadounidense continúa a un ritmo muy lento y que el desempleo se mantiene en un nivel elevado, la pérdida de la "triple A" provocaría en Estados Unidos "un alza de las tasas de interés, incertidumbre" y "seguramente" un incremento del desempleo, advirtió.
¿HACIA EL DEFAULT?
Fijado por el Congreso en 14,29 billones de dólares, el límite superior de la deuda fue alcanzado a mediados de mayo. El Tesoro recurre -desde entonces- a distintos recursos para mantener el Estado en funcionamiento sin incrementar el endeudamiento del país, pero advirtió que éstos se agotarán el 2 de agosto y que se encontrará entonces rápidamente en cesación de pagos, como consecuencia de no poder obtener nuevos fondos.
Según Bernanke, se debe adoptar medidas urgentes y exhortó al Congreso "a tomar todas las disposiciones posibles para evitar una cesación de pagos de la deuda o simplemente abstenerse de contribuir a la probabilidad de una moratoria".
Previo a la reunión, Obama pidió a los republicanos no jugar con el tema de la deuda federal y aseguró que los estadounidenses van a perder la paciencia si las negociaciones con el Congreso se eternizan, en una entrevista con una televisión local.
Previamente, Bernanke había advertido que una cesación de pagos de Estados Unidos provocaría una crisis planetaria "mayor".
En tanto, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, advirtió -igualmente- durante la jornada a los legisladores que no otorgaría un plazo adicional para tomar una decisión.
"Examinamos todas las opciones posibles y en ningún caso podemos otorgar más tiempo al Congreso para resolver este problema", afirmó Geithner durante una breve declaración a la prensa tras una reunión con senadores demócratas. "No tenemos mucho más tiempo. Hay que actuar", insistió.
China llamó a Washington a "tomar medidas" para defender los intereses de los inversores mediante una "política responsable". Pekín poseía en abril bonos del Tesoro por 1,15 billones de dólares, según los últimos datos comunicados en junio por Washington.
El incumplimiento de los gobiernos en el pago de sus deudas provoca recesiones paralizantes, aseguraron dos economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un estudio.
Fuente: Observador Global
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