Un joven de 24 años ingresó a una escuela primaria de Río de Janeiro y disparó contra la multitud, matando al menos a 10 estudiantes e hiriendo a otros 18. Aún se desconocen las razones del ataque. La policía ya tiene identificado al asesino, que era un ex alumno de la escuela.
La policía custodia el frente de la escuela de Realengo - AP
Diez estudiantes murieron y otros 18 resultaron heridos cuando un ex alumno de una escuela de Rio abrió fuego en el establecimiento antes de suicidarse, según un nuevo balance dado a conocer por el secretario de Salud del Estado de Rio de Janeiro, Sergio Cortes.
El balance anterior difundido por los bomberos era de 13 muertos, incluido el agresor, y 22 heridos.
Cortes confirmó que todos los muertos son estudiantes de la escuela y la mayoría son niñas, en declaraciones a la televisora Globo y a la oficial Agencia Brasil.
"Estamos intentando hacer una identificación (de los fallecidos) a través de los cuerpos", explicó Cortes. Los 18 heridos son atendidos en un hospital cercano, en donde solo los familiares, autoridades y fuentes de socorro pueden ingresar.
La escuela municipal donde ocurrió el ataque es la primaria Tasso da Silveira, a la que asisten unos 400 alumnos de entre 9 y 14 años, edad hasta la que se extiende la enseñanza primaria en Brasil.
El vocero explicó que el atacante fue identificado como Wellington Menezes de Oliveira, de 24 años, que según el alcalde de Realengo era un ex alumno que se suicidó tras enfrentarse con la policía y su cuerpo aún permanecía en el establecimiento. Inicialmente se había informado que se trataba del padre de un alumno.
"Empleados de la escuela declararon a los agentes que el joven llegó bien vestido, cargando una bolsa, y dijo que había sido llamado para conversar con alumnos, para una conferencia. Así logró tener acceso al tercer piso del edificio", donde se concentró el ataque, explicó Bezerra.
Menezes de Oliveira "vino a la escuela preparado para hacer eso. La carta que fue encontrada con él es algo que no puede salir de una cabeza normal. Era el texto de un alucinado, de frases incomprensibles, de alguien que no tiene amor a la vida", resumió el bombero.
Según el coronel Djalma Beltrame, de la Policía Militar, "un agente que llegó a la escuela logró herirlo (al atacante) en el intercambio de disparos, pero el hombre se mató con un disparo en la cabeza". El joven "dejó una carta mostrando que su objetivo era matarse luego de cumplir con lo que se proponía. Es una carta que no tiene sentido, no tiene lógica", enfatizó.
Según Beltrame, agentes de policía hacían un operativo de rutina en las proximidades de la escuela cuando fueron alertados por alumnos heridos y el ruidos de los disparos. "Si los policías no hubiesen llegado tan rápido la tragedia habría sido todavía mayor, porque el hombre tenía mucha munición, y cargaba dos armas", aseguró.
La policía acordonó el lugar para contener a una verdadera multitud de vecinos y padres de alumnos que buscan información sobre sus hijos, entre escenas desgarradoras de desmayos y desesperación.
Eluzia, una vecina del lugar que vive en frente a la escuela, contó que su hijo de 10 años logró escapar del ataque. "Él miró por la ventana al escuchar los tiros, y aunque no vio nada, comenzó a correr hacia la puerta y gracias a Dios está bien", explicó. "Vi mucha gente más corriendo, baleada, fue horrible", añadió visiblemente entristecida. "Este barrio es muy tranquilo, nunca imaginé que pasaría algo así".
En tanto Elizer, un funcionario de correos que vive en la zona, señaló que dos niños tocaron a su puerta heridos. "Dos niños corrieron a mi casa, estaban disparando en todas las direcciones. Mi hija y mis dos sobrinos estaban allí. Pero están bien", relató.
El ataque, cuyas motivaciones se desconocen, ocurrió en el horario de ingreso de los estudiantes al establecimiento.
El balance anterior difundido por los bomberos era de 13 muertos, incluido el agresor, y 22 heridos.
Cortes confirmó que todos los muertos son estudiantes de la escuela y la mayoría son niñas, en declaraciones a la televisora Globo y a la oficial Agencia Brasil.
"Estamos intentando hacer una identificación (de los fallecidos) a través de los cuerpos", explicó Cortes. Los 18 heridos son atendidos en un hospital cercano, en donde solo los familiares, autoridades y fuentes de socorro pueden ingresar.
La escuela municipal donde ocurrió el ataque es la primaria Tasso da Silveira, a la que asisten unos 400 alumnos de entre 9 y 14 años, edad hasta la que se extiende la enseñanza primaria en Brasil.
El vocero explicó que el atacante fue identificado como Wellington Menezes de Oliveira, de 24 años, que según el alcalde de Realengo era un ex alumno que se suicidó tras enfrentarse con la policía y su cuerpo aún permanecía en el establecimiento. Inicialmente se había informado que se trataba del padre de un alumno.
"Empleados de la escuela declararon a los agentes que el joven llegó bien vestido, cargando una bolsa, y dijo que había sido llamado para conversar con alumnos, para una conferencia. Así logró tener acceso al tercer piso del edificio", donde se concentró el ataque, explicó Bezerra.
Menezes de Oliveira "vino a la escuela preparado para hacer eso. La carta que fue encontrada con él es algo que no puede salir de una cabeza normal. Era el texto de un alucinado, de frases incomprensibles, de alguien que no tiene amor a la vida", resumió el bombero.
Según el coronel Djalma Beltrame, de la Policía Militar, "un agente que llegó a la escuela logró herirlo (al atacante) en el intercambio de disparos, pero el hombre se mató con un disparo en la cabeza". El joven "dejó una carta mostrando que su objetivo era matarse luego de cumplir con lo que se proponía. Es una carta que no tiene sentido, no tiene lógica", enfatizó.
Según Beltrame, agentes de policía hacían un operativo de rutina en las proximidades de la escuela cuando fueron alertados por alumnos heridos y el ruidos de los disparos. "Si los policías no hubiesen llegado tan rápido la tragedia habría sido todavía mayor, porque el hombre tenía mucha munición, y cargaba dos armas", aseguró.
La policía acordonó el lugar para contener a una verdadera multitud de vecinos y padres de alumnos que buscan información sobre sus hijos, entre escenas desgarradoras de desmayos y desesperación.
Eluzia, una vecina del lugar que vive en frente a la escuela, contó que su hijo de 10 años logró escapar del ataque. "Él miró por la ventana al escuchar los tiros, y aunque no vio nada, comenzó a correr hacia la puerta y gracias a Dios está bien", explicó. "Vi mucha gente más corriendo, baleada, fue horrible", añadió visiblemente entristecida. "Este barrio es muy tranquilo, nunca imaginé que pasaría algo así".
En tanto Elizer, un funcionario de correos que vive en la zona, señaló que dos niños tocaron a su puerta heridos. "Dos niños corrieron a mi casa, estaban disparando en todas las direcciones. Mi hija y mis dos sobrinos estaban allí. Pero están bien", relató.
El ataque, cuyas motivaciones se desconocen, ocurrió en el horario de ingreso de los estudiantes al establecimiento.
Fuente: Observador Global
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